Septiembre, un mes de cierres y nuevos comienzos
Este mes, la vida nos ofrece la oportunidad de cerrar ciclos y culminar etapas. Es un momento ideal para reflexionar sobre lo que hemos vivido y cómo hemos evolucionado a lo largo del año. El foco está en tus expectativas con respecto a metas, relaciones y acontecimientos.
¿Estás forzando una situación para que encaje en tu ideal? ¿Te aferras a algo que ya no quieres continuar? Es un buen momento para replantear tus sueños, cuestionar si tu búsqueda de la perfección está impidiendo que disfrutes del camino.
La imperfección como parte del éxito.
Vivimos en una sociedad que a menudo mide los logros solo por los resultados, ignorando el esfuerzo y la energía que invertimos en el proceso. La pregunta es: ¿necesitas alcanzar un lugar tan perfecto para sentirte satisfecho?
Permítete cometer errores y equivocaciones . No tienes que encajar en estructuras preestablecidas. Si llegaste a un final que no te gusta, tómate un momento para agradecerte por el camino recorrido y por el valor que tuviste para llegar hasta allí. Aceptar quiénes somos, con nuestras dudas y retrocesos, es clave para avanzar.
Tu lugar en la humanidad
Septiembre también nos invita a conectar con el Todo . Somos parte de una humanidad en constante movimiento, y cada acción que realizamos tiene un impacto. Pregúntate: ¿cuál es tu aporte? ¿Cómo colabora con los demás y con la comunidad?
Un aspecto fundamental de este mes es reflexionar sobre el acto de dar.
La importancia del equilibrio en el dar y el tomar
Desde la perspectiva de las Constelaciones Familiares, el equilibrio entre el dar y el tomar es un principio fundamental en cualquier relación. Cuando una persona da demasiado y la otra no puede compensar, se corre el riesgo de que la relación se desequilibre y se rompa.
Dar sin expectativas
El mes 9 nos invita a reflexionar sobre nuestra generosidad. Es natural que cuando damos, esperemos recibir algo a cambio, ya sea un «gracias» o una retribución tangible. Sin embargo, ¿estás dispuesto a dar sin esperar nada a cambio?
Este es un desafío complejo, ya que la vida siempre nos devuelve lo que damos, aunque no sea de la forma ni en el momento que esperamos. El verdadero acto de dar, sin pretender una recompensa inmediata, se alinea con el flujo natural de la vida y nos libera de la frustración. Al dar de corazón, abrimos la puerta para recibir aportes inesperados.
¿Cómo crees que podrías practicar el dar de una forma más desinteresada?